
El director de la Escuela de Arte con el edificio al fondo. Fotografía: Juan Prats
En plena vorágine de solicitudes e inscripciones para reclutar a una nueva hornada de alumnos y alumnas, compartimos un rato de conversación con el director de la Escuela de Arte de Albacete, Pedro Blasco, para intercambiar impresiones acerca de un centro que, a pesar de su relativamente corta trayectoria, ha sabido infiltrarse en el tejido poroso de una ciudad necesitada de aire fresco y de propuestas originales.
Posiblemente sólo nos queda un vago recuerdo de lo que costó conseguir que Albacete contara con una Escuela de Arte que fuera capaz de canalizar las inquietudes artísticas de muchos jóvenes que se veían obligados a irse a otras ciudades, en el mejor de los casos, o a renunciar a sus aspiraciones en el peor. El centro comenzó sus enseñanzas en el curso 2007/2008 con una matrícula en torno a los 200 alumnos. Ahora, siete años después y con la perspectiva que da el tiempo, ya nadie cuestionará lo que una escuela de arte puede aportar a una ciudad.
«La verdad es que resultaba muy extraño que ciudades como Tomelloso, Ciudad Real, Toledo, Cuenca o Talavera tuvieran una escuela de arte y Albacete, aunque sólo fuera por una cuestión de número de habitantes, no la tuviera» – señala Pedro Blasco.
La creación de la Escuela de Arte ha servido para retener un potencial de talento artístico y creador que sin lugar a dudas contribuye de manera notable, no sólo a incrementar y dinamizar la actividad económica de la ciudad, sino también a renovar sectores tradicionales. Un talento que no renuncia a migrar para buscar mejores, o simplemente diferentes oportunidades, pero del que podemos disfrutar y echar mano mientras permanezca por aquí.
El centro acoge las enseñanzas del Bachillerato de Artes en sus modalidades y Formación Profesional de Grado Medio y Superior. «Fue un acierto las familias que se implantaron, ya que se ajustaban a la realidad de Albacete. En Toledo estaba Restauración, en Talavera Cerámica… y era lógico que en un sitio como Albacete con polígonos industriales importantes, la actividad se enfocara al diseño gráfico y al diseño de interiores»
Desconocemos las razones por las que dentro del sistema educativo, el conjunto de enseñanzas artísticas siempre han sido consideradas como las hermanas pobres y han sufrido una desatención preocupante. Por desgracia, el interés por potenciar y estimular las capacidades expresivas y creativas en la educación reglada sigue siendo una asignatura pendiente en este país, y prueba de ello es el recorte de horas en asignaturas como Música o Plástica. Pedro Blasco ratifica este hecho: «En la Escuela ha sido en este año cuando se han empezado a dar los títulos LOE; las enseñanzas de artes parece que están siempre condenadas a estar siempre a la cola, lo que hace que se arrastren planes de estudio de legislaciones anteriores».
De cara al próximo curso, la oferta de Grados de FP se ha actualizado y adaptado, si cabe con más precisión, a la realidad del mercado laboral: En Grado Medio se impartirá la titulación de Asistencia al Producto Gráfico Interactivo y en Grado Superior Fotografía, Gráfica Impresa, Arquitectura Efímera y Proyectos y Dirección de Obras de Decoración.
Y es que estar permanentemente atentos a la evolución del mercado laboral y de los perfiles profesionales requeridos es uno de los aspectos claves que deben guiar los estudios de Formación Profesional, estudios que -en opinión de Pedro Blasco- deberían promocionarse aún mucho más, ya que proporcionan al alumno los conocimientos y las habilidades necesarias para su inserción laboral. «Si el objetivo es encontrar un puesto de trabajo, la Formación Profesional garantiza una capacitación que facilita mucho la tarea de buscarse la vida, y si luego el alumno quiere ampliar su formación podrá hacerlo de forma paralela, pero pudiendo ya poner en práctica las enseñanzas adquiridas».
Esta filosofía desde luego tiene fundamento y cobra fuerza a la vista de la devaluación que han sufrido los títulos universitarios, pero hoy en día, con independencia de los estudios que se atesoren, nadie que quiera incorporarse al mundo del trabajo puede descartar la opción del trabajo por cuenta propia. Le preguntamos a Pedro Blasco si al alumnado se le prepara para lidiar con esta circunstancia.
«La escuela tiene su departamento de formación y orientación laboral y también hay una parte de iniciación a la actividad empresarial. Obviamente cada vez con más motivo se impone desarrollar la parte creativa también aplicada a la vertiente empresarial porque es necesario tener unas nociones que te permitan moverte y establecerte en el mercado laboral. La finalidad de las enseñanzas que aquí se imparten es preparar a los alumnos para la vía profesional».
Y siendo uno de los objetivos la inserción laboral no es de extrañar el peso que la parte dedicada a la práctica tiene en la Escuela de Arte de Albacete, y más que lo va a tener porque el proyecto final ya no se ejecutará a lo largo de último trimestre, sino que en los nuevos títulos estará integrado durante todo el segundo curso y tendrá que plasmar las materias que se aborden en todos y cada uno de los módulos.
Esta visión pragmática convierte a las enseñanzas artísticas en un elemento clave para el crecimiento económico de la ciudad, ya que pone en circulación, y muy a mano, un conocimiento y unas aptitudes ligadas a la creatividad y a la innovación, dos valores cada vez más reclamados en las empresas para poder diferenciarse a la hora de vender un producto o servicio. Pero como no sólo de pragmatismo vive la cosa humana no hay que desdeñar la parte emocional que encierran todas las manifestaciones artísticas y su contribución a aumentar el bienestar, de ahí que todo lo que emana de la Escuela de Arte de Albacete esté teniendo una enorme aceptación social.
Mucha inspiración y entusiasmo
Cuando se deambula por los pasillos de la Escuela de Arte, edificio por cierto que merece una visita, se respira una alta dosis de inspiración y entusiasmo que evidencia de forma clara la adhesión del alumnado a un proyecto en el que el profesorado juega un papel determinante. Un profesorado en general bastante joven; con mucha vitalidad e iniciativa, no sólo para proponer, sino también para implicarse; muy al día de las nuevas tecnologías y con un buen manejo de las herramientas; y muy al corriente de todo lo que por ahí se cuece.
La mezcla de esta viveza generalizada y el ejercicio constante de la imaginación para idear cosas nuevas da como resultado un dinamismo muy intenso que trasciende los muros de la escuela. Necesitaríamos varios post para enumerar las múltiples y diversas actividades que la Escuela lleva a cabo, no sólo a nivel educativo, sino también en colaboración con cualquier movimiento, organización, proyecto, empresa… que quiera tender un puente con ella. Ejemplos hay cientos y la mejor forma de acercarse a ellos es bucear en el blog de los jóvenes creativos, aunque uno de los más recientes y expuesto en distintos escaparates lo recogimos la semana pasada en este blog.
Pedro Blasco se muestra muy satisfecho en este sentido porque el proyecto educativo del centro incide en hacer visible esa permeabilidad entre la Escuela de Arte y la ciudad, y cierto es que lo están consiguiendo. Exposiciones, propuestas escénicas o las Jornadas de Imagen y Diseño alpunto, con un cartel de ponentes siempre muy interesante…, son algunas de las iniciativas que comparte.
Y como no podía ser de otra manera, el semillero de talento artístico ya ha comenzado a dar sus frutos, en unos casos materializados en proyectos que ya están dentro del mercado con un portfolio cada vez más abultado y ganándose la confianza de empresas de aquí y de allá, y en otros en proyectos que están despegando, pero que apuntan muy buenas maneras, como la Revista Watermelon.
No obstante, si algo hay que agradecer a la Escuela de Arte de Albacete es el haber puesto en circulación una corriente de imaginación y creatividad con fuerza suficiente para renovar la atmósfera de esta ciudad.
Aprovechamos la ocasión para ofrecerle hospitalidad en esta sabana y mostrarle la disposición de la Zebra Roja a hacer de recepcionista de sus iniciativas e ideas.