El autor Paco Roca presentó ayer en el Café Librería La Luna de Albacete su última novela gráfica «Los surcos del Azar», la más extensa de toda su producción y a la que ha dedicado dos años y medio, de los cuales una buena parte los ha pasado en pijama, su prenda favorita y uniforme de trabajo.
Como la mayoría de sus libros, «Los Surcos del Azar» destila más tristeza que alegría y tras su lectura el sabor de boca es de cierta amargura, esa amargura que produce la derrota o la victoria incompleta. Paco Roca comentaba ayer que «para mis libros elijo siempre un tema que me apasione para poder disfrutar todo el tiempo que le voy a dedicar». En este caso aborda el exilio de tantas personas que tras luchar en España para defender la República se vieron obligados a salir de su país y acabaron dispersas y desperdigadas por diferentes rincones del mundo sin haber elegido ni imaginado su destino. De ahí el el título que hace alusión a unos versos de Machado: Para que llamar caminos a los surcos del azar…
Para construir su última novela Paco Roca recurre a los recuerdos de un republicano español exiliado en Francia. Gracias su testimonio va recuperando la historia de un grupo de exiliados que formaron parte de una compañía llamada La Nueve que luchó contra el fascismo en la II Guerra Mundial. «Lo que me hizo tirar del hilo fueron unas imágenes que llamaron mucho mi atención de los carros de combate que encabezaron el desfile triunfal por los Campos Elíseos de París el 26 de agosto de 1944 y que llevaban nombres de batallas libradas en la Guerra Civil Española, como Guadalajara, Ebro, Guernica…».
Utilizando las variaciones cromáticas de sus dibujos como un elemento más de la narración para transmitir emociones, Paco Roca nos cuenta un capítulo de la historia protagonizado por perdedores, «porque aunque participaron en el desfile de la victoria en París y contribuyeron a la derrota del fascismo en Europa, no lograron en cambio vencer a la dictadura fascista de su país».
Paco Roca es una magnífico ilustrador que sigue reivindicando esa parte artesanal de su trabajo, pero también es un gran narrador, y ayer no necesitó de las viñetas ni de sus dibujos para relatarnos el argumento de su novela evidenciando la rigurosa y exhaustiva labor de documentación que precedió a su escritura.
Cuando escribió «Arrugas», conmovedor libro que aborda la vejez, la soledad, el deterioro… y que surgió en un momento en el que asistía el envejecimiento progresivo de sus padres, siguió el mismo proceso de recogida previa de información: «Necesito comprender sobre lo que voy a escribir y hablar con quienes de alguna manera servirán para crear los personajes».
Con «Arrugas» Paco Roca alcanzó el éxito, obteniendo el reconocimiento de la crítica y sobre todo del público; recibió numerosos premios y vio además cómo su obra fue llevada al cine en una muy buena adaptación, según su opinión. Pero esta novela fue publicada por una editorial francesa, aunque las ediciones posteriores ya se hicieron en España.
Y es que, al igual que todos los autores de cómics, él encontró en Francia su espacio natural para publicar sus trabajos. «En Francia, además de que se lee más que en España, el cómic es como un producto nacional; forma parte de su cultura y pueden vender un millón de ejemplares, por lo que hay grandes estructuras que pueden publicar y además permitirse pagar por anticipado«. No obstante, aunque mpezó en el país vecino, el hecho de que sus libros tuvieran más tirón en España le empujó a vender sus derechos a una editorial de aquÍ.
Respecto a las diferencias entre novela gráfica o cómic, Paco Roca cree que si hubiera que establecer alguna diferencia quizá sea que el cómic se basaba más en la periodicidad de las entregas, lo cual obviamente condiciona lo que tienes que contar y cómo porque suelen ser sobre los mismos personajes que acaban convirtiéndose en personajes icónicos. «La novela gráfica te da más libertad porque puedes contar una historia desde el principio hasta el final sin límites de extensión, y también te da más libertad a la hora de elegir la temática y el estilo gráfico».
Posiblemente, la aparición de este movimiento denominado novela gráfica ha permitido saltar las barreras y ampliar el público lector porque el cómic sí que era un género con un público muy concreto y muy aficionado. «Por ejemplo, el cómic siempre ha tenido muy poco público femenino porque realmente no había historias que interesaran a las mujeres y sin embargo la novela gráfica no tiene ese límite porque en ella puedes encontrar lo mismo que en una novela».